lunes, 11 de febrero de 2013

brotes verdes

En un entorno gris sobre fondo gris con letra gris, cuando todo lo que me rodea retiene la luz y ni siquiera la devuelve ni siquiera la malgasta, en un instante de la historia en el que el futuro se retuerce de dolor y de envidia del pasado, entre tantas gentes incapaces de atisbar siquiera el espantajo hacia el que les encaminan, con un subsidio insalubre por cuyas rendijas anidan las bacterias del pánico, frente a un espejo desde el que me acechan todas las incógnitas y ninguna certeza, descansando cada noche sobre el colchón de un arsenal acaso atómico, en estos días de risa forzada e inútil gracejo, horizontes nublados, ansiedad insatisfecha, renuncias, deserciones, decepciones, malicia y nada..., en este momento-espacio-lugar decepcionantes han florecido mis gardenias y han abierto el milagro de su blancura fugaz sobre la mesa que habitan, desde la que asoman su aroma a la terraza..., y le han dado vida al mar.

Mis amados
brotes verdes
de esperanza

1 comentario:

Andrés L. C. dijo...

Don Antonio, la naturaleza sigue siendo eso: “natural”. Quizá lo único anómalo en ella seamos nosotros y nuestras absurdas cuitas. Ojalá fuéramos conscientes de nuestra responsabilidad de salvaguardar el derecho de tus gardenias a florecer en primavera y el de los tulipíferos a desprenderse de sus hojas en otoño.

Compadezco la ceguera de quien no es capaz de admirar la belleza de la vida que se muestra ante sus ojos y admiro la capacidad del que como tú, es capaz de recordarnos que un brote verde era algo bello antes de que entre todos lo desvirtuásemos.

Un fuerte abrazo desde el Noroeste, un lugar de florecimiento tardío.