jueves, 19 de julio de 2012

El indigno e indignante silencio cómplice de la Iglesia católica española

No es de recibo que el episcopado español haya enmudecido de repente. Ellos, que tan oportunamente intervinieron, como siempre hacen aunque su reino no sea de este mundo, en la campaña electoral del 20N, arrimando el ascua del electorado católico a su sardina de conveniencia. Ellos que no pierden ocasión de salir a los medios para citar al toro de la sexualidad, confundiendo a sus feligreses con el pueblo llano por un quítame allá ese condón salvavidas. Ellos que no se cortan doctorando sobre la creación del mundo o el bosón de Higgs, en cuanto olisquean algún argumento que socave su enloquecida versión de la creación del mundo, ellos que se pavonean sacando pecho para atribuirse la gestión social de Cáritas por mucho que el propio director de la caritativa institución se desgañite declarando que en euros la Iglesia apenas le cubre el dos por ciento del presupuesto…

Debe ser que los sagrados mandamientos que afirman haber heredado de aquellas Tablas de la Ley han perdido vigencia, o que se aplican sólo a quienes les interesa, pero estamos todavía por leer o escuchar algún alegato de la conferencia episcopal española alzando su voz para salir al paso del gobierno de Mariano Rajoy que está incumpliendo, una por una, todas sus promesas electorales, uno por uno todos sus compromisos con sus electores. No mentirás, pone todavía en la Tabla, mientras el gobierno miente mil veces y la Iglesia calla. ¿Dónde está su defensa de los empobrecidos feligreses? ¿Dónde la protesta ante los proyectos y leyes con que los gobernantes de este país están despojando a los humildes de su bienestar y sus derechos? ¿Dónde ese magisterio y esa solidaridad de la que presumen?

La Iglesia española está perdiendo a pasos de gigante la poca credibilidad que le restaba aferrándose a los once mil millones del concordato mientras el pago de una deuda creada para financiar a los bancos ahoga a la ciudadanía, entre la que se encuentran los creyentes, a través de la acción inmoral de unos gobernantes que le permiten además eximirse del IBI, que arreglan con nuestro dinero sus iglesias y monumentos para que sigan cobrando a los visitantes, que continúan subvencionando los colegios elitistas en los que se educan los cachorros de la clase dirigente mientras recortan profesores y medios de la enseñanza pública…

Ninguna de las medidas anunciadas en el Parlamento ha tocado a la Iglesia. En correspondencia, ninguna solidaridad, ningún compromiso con sus fieles, ni una palabra crítica a cambio de que no hayan tocado sus muchimillonarios bienes, tesoros, posesiones, exenciones o prerrogativas. ¿Alguien puede seguir creyendo en ellos? ¿Alguien seguirá considerando benefactora la actividad de la Iglesia católica española?

En esta semana en que el gobierno de Rajoy pretende ceder la soberanía nacional a la Banca internacional, en un hecho sin precedentes que muchos consideramos delito de lesa patria o de traición, tendría gracia que algún tecnócrata europeo de los que gobernarán económicamente España recomendara denunciar el concordato. Escucharíamos entonces, sin duda, el bramido de los ahora silentes. Fuera las caretas, el cómplice silencio ominoso de la conferencia episcopal resulta inmoral y su práctica de cada día una inmensa estafa a cualquier ética.

Nota.- Ilustración de Pawla Kuczynskiego

3 comentarios:

Paco Sánchez dijo...

" A Dios rogando y con el mazo dando", acumula muchos trienios.

http://www.connexionsvitals.com/?q=es/blog/2012/07/10/el-banco-del-vaticano-es-el-principal-accionista-de-la-mayor-industria-de-armamentos

Paco Sánchez dijo...

Antonio, hace tiempo discutimos- tú, otros discutidores y yo-, de fútbol y otras menudencias en un lugar virtual del que fui expulsado por acumulación de tarjetas. Entonces usaba la otra parte de mi nombre, Javier Sánchez.

Como sigo sin ser- de forma persistente y voluntaria- nada ducho en esto de los teclados de las máquinas, efectúe mi anterior comentario sin presentarme y sin acabarlo.

Se me quedó en el tintero decirte que Pawla Kuczynskiego me recuerda mucho por la temática y la técnica al gran Andrés Rábago, en su vertiente OPS. Además, este artista cuando lo conocí, cometí el error de pensar que era una mujer por el nombre Pawla; mi hijo Edu, cuya pareja Bety es polaca, me sacó del error, ya que Pawla, por eso de las declinaciones, es Pavel en determinados usos.

Un saludo.

Anónimo dijo...

La iglesia siempre ha sido experta en doble moralidad, distintos raseros para juzgar y juzgarse y desdeluego experta en materia de mantener silencio. No creo que se sorprenda nadie de que anden con tejemanejes de dinero y corruptelas en secreto cuando llevan años tapando cosas mucho más graves como la pedofilia, que campa libremente por la iglesia y la corrompe de raiz. Eso si que es algo que merece ser castigado con la muerte.