martes, 16 de marzo de 2010

pájaros contra escopetas

Disparan con bala los pájaros contra Garzón, una vez más aunque pueda también ser delito sugerir la existencia de una conspiración. Es tan solo casualidad, ¡qué casualidad!, todos a una en varios sucesivos frentes y un único objetivo final, las idénticas montañas nevadas en el Olimpo donde fuera a parar en su día el caso Naseiro reventando de una tacada la escopeta y la Justicia (a finales de los 90, el caso fue archivado al declararse nulas las escuchas que aportaban el grueso de las pruebas contra el diputado popular José Luis Sanchís y el administrador Rosendo Naseiro) y mostrando el camino por el que el PP conduce sus deslices financieros, léase los visibles.

Una regla de tres sencilla a más no poder. El Partido controla la Justicia, veámonos en los tribunales, conduzcamos luego la causa hacia las jurisdicciones más que amigas porque, además, para el caso de algún magistrado díscolo o directamente no domeñable, tenemos otra receta que pasa por su eliminación física o química. Así lo hicimos en Valencia sin que nadie se rasgara las vestiduras, así lo haremos en Madrid con vieiras, castros y robledanos, que para eso es nuestra la mariscada. Y tampoco nos preocupa algún revolcón en Salas intermedias porque siempre nos quedará el Supremo de las rencillas.

Lo peor es que a la pujanza de esta caricatura de Justicia han contribuido por igual tanto el PP como el PSOE, aunque el primero les haya ganado la partida desde el aznarato por goleada. Disponemos de un tercer estamento absolutamente ajeno a la independencia que proclama, mediatizado, manipulador, manipulable y connivente con el Poder propio de esos países en los que la dignidad no pasa de ser el nombre de una Avenida.

Si supiera dibujar, pintaría a la justicia española, la de la balanza, inclinándola descaradamente con el dedo, la venda de cachirulo y guiñándole un ojo a los poderosos sin disimulo alguno, ante unos ciudadanos, periodistas, escritores, artistas que, ellos sí, llevan, todos, los ojos vendados.

2 comentarios:

nata dijo...

pues sí antonio. hacen lo que les da la gana con la justicia y, cuando no les funciona por abajo, siempre les queda el supremo.

pero ante eso y otros miles de atropellos, seguimos sin quitarnos la venda.

besitos.

Anónimo dijo...

Pues es una lástima que no sepas dibujar, pero, con lo bien que escribes, no te hace ninguna falta.
Por cierto, los diuréticos hacen un efecto extraordinario. Voy a ver si los tomo y le doy un empuje a mi blog que está medio muerto.
El acoso al juez no tiene nombre. Y la movida que hay por detrás de todo esto, menos aún.
Beso gordo