jueves, 2 de abril de 2009

grandísimo hermano

Mi capacidad de asombro ante las prisas que se da la tecnología es cada vez mayor. O tal vez sea al contrario y lo que me está pasando es que casi nada en este campo me sorprende demasiado, pero el caso es que os quiero hacer partícipes de mi último descubrimiento, aún a riesgo de llegar tarde y quedar, como en la canción de Brassens que tan bien versionó Javier Krahe, yo allí con la flor como un gilipollas (j'avais l'air d'un con, en el original).

El aparato está a la venta, aunque todavía en versión beta, y se puede obtener por unos 279 dólares tan solo. Así que los milagros no salen muy caros. Consiste en un pequeño robot al que basta adosarle una cámara digital y marcarle los cuatro extremos del enfoque panorámico que deseas fotografiar. Él solito calcula las fotografías que tiene que hacer y procede a ello con diligencia, como podréis observar en el vídeo que os pondré dentro de un rato cuando me haya explayado. Obtiene así cientos de tomas con las que después, mediante un programita adjunto, elabora como si fuera un puzzle el mural panorámico que le habías solicitado, fundiéndolas todas en una única fotografía. Hasta aquí, todo normal y casi diría yo poco espectacular. Para más información técnica, pulsar aquí.

Lo que sucede es que el resultado tiene una resolución tan enorme (imaginad una fotografía que mida 59.783 X 24.658 píxeles, compuesta por 220 tomas) que puede ampliarse a voluntad hasta límites insospechados, con resultados no sólo pintorescos sino sublimes. Vedlo vosotros mismos aquí, y tomaos por favor la molestia de bucear mediante cuantos dobles-clicks os apetezcan dentro de ella hasta percibir con asombrosa nitidez cualquier detalle ínfimo de la fotografía en cuestión.

En este caso de la toma de posesión de Obama, fue el fotógrafo norteamericano David Bergman el que logró un registro de la ceremonia en un tamaño equivalente a casi mil-quinientos megapíxeles, con lo que se ha hecho famoso. Para lograr dicha resolución, que pesa como archivo digital en formato TIF cerca de 2 gigabytes, Bergman montó una Canon Powershot G10 sobre un dispositivo robótico Gigapan y le dio al botón. Como podréis observar en los detalles del montaje que ilustra estas líneas, se dan extraños casos en el curso de las tomas, como movimientos bruscos y/o cambios de postura, con lo que descubrimos que en el primer acto de la nueva era estuvieron presentes el hombre invisible (sólo se ve su sombrero) y un par de alienígenas. Mirad con cuidado para descubrirles.

Existe una página en la que se pueden ver y disfrutar más de 14.000 fotografías tomadas con este sistema (confieso que he pasado en ella muchas horas muertas) e incluso tenemos algunos ejemplos de aplicaciones similares en esta España nuestra, como esta hermosísima fotografía de la catedral de Murcia en la que podemos observar al detalle, acercándonos hasta tocarlos con los dedos, los múltiples elementos que ha dispuesto la autoridad para evitar que las palomas se caguen sobre los santos apóstoles. Es fascinante.

Si alguno pensaba que era todavía posible escapar a la inquisitorial mirada del Gran Hermano, que se vaya haciendo a la idea de que la tecnología no es ningún juguete. A pruebas como ésta me remito.

4 comentarios:

Adrian Vogel dijo...

¿A donde llegaremos a parar? Eso si, aunque todavía es un poco aparatoso, mola y mucho...

Anónimo dijo...

hijoputaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa vete a trabajá que no das ni puta ostia to el día odiendo y naciendo na cabrondelosmalos malaaaaandro

Shosho dijo...

¡Que valiente, anónimo. Que valiente!
Hay que ser de una manera muy especial y nada recomendable, para escudarse en el "que nadie sepa que CABRON soy y voy a hacer un comentario destructivo e insultante a este bloguero". Una persona que se limita a plasmar en internet sus cometarios, opiniones y puntos de vista siempre con muchísimo respeto,con muchísima gracia y demostrando lo bien que escribe y sabe expresarse.
¡Que lástima me das!
Con ningún cariño,

Shosho

Antonio Piera dijo...

Gracias, Shosho, por tu encomiable defensa. Ni te preocupes. Sólo decidí publicarlo como muestra del uso que hacen algunos del anonimato y de la libertad. Tienes razón. Son cobardes y mentecatos. Si lees mi próxima entrada sabrás por qué lo digo. Besos.