jueves, 7 de agosto de 2008

sin patera

Eran cuarenta, pero eran negros. Poco ha importado que viajaran por tierra, mar y aire como cualquier visitante de los cuarentaytantos millones que se pasan por aquí cada año. Menos aún, que fueran artistas, de circo pero artistas. Les ha dado igual. Consulados y embajadas les han ido denegando los visados de entrada a una buena parte del elenco y las cinco representaciones del Mother Africa Circus previstas en el patio del Conde Duque de Madrid, dentro de la programación de Los Veranos de la Villa, han tenido que ser suspendidas por falta de materia prima. Así son las cosas en la España de las libertades, por más vueltas que le demos. Siempre hay un papista, o una legión de papistas, que le presuponen al negro el engaño, que les creen capaces de cualquier falacia por adentrarse en nuestro paraíso cotidiano para ser felices en la cola del paro. Hasta de inventarse un circo, hay que joderse, mira que son listos. Aunque, ¿y qué, si fueran artistas? Seguro que, puestos a elegir, acaban por quedarse en la construcción haciendo creso al pocero o recogiendo el tomate o la uva por dos duros de ilegales.

¿Qué razones puede esgrimir un consulado de España, o una embajada, para denegar el visado de entrada a un artista de circo que viene a cumplir un contrato? Porque no se trata de un error en un país concreto puesto que los artistas provienen de Tanzania, Kenia,Uganda, Etiopía, Zimbabwe, Sudáfrica, Costa de Marfil, Yibuti, Ghana y hasta de Alemania. Eran músicos, acróbatas, contorsionistas y magos, vale, gentes de mal vivir, por supuesto, y su espectáculo, ese que no podremos ver merced al celo protector de nuestros funcionarios, que son los últimos en la cadena de mando de nuestra diplomacia, tenía la osadía de llamarse El Circo del Color. Del color negro, por supuesto, que es la ausencia de todos los colores.

A mí me quema una pregunta en la garganta: ¿qué género de condiciones "desconocidas" barajan las embajadas y consulados españoles en África para la extensión de visados de entrada? ¿Existe alguna norma de selección para concederlos que no haya sido hecha pública?

Alguien me debe una respuesta. O dos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Incomprensible en un país con un presidente de gobierno que presume de tolerante.
Para mi gusto, el gobierno nos está debiendo demasiadas explicaciones, o respuestas como dices en el artículo.
Se está dejando influenciar por "los mendaces" de la oposición a costa de defraudar a su electorado. Y eso tiene un precio.

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