martes, 28 de agosto de 2007

muerte a borbotones

Se acaba de despedir del mundo Francisco Pérez Martínez, a quien muchos conocían como Paco Umbral. Lo siento por María España, con quien trabajé en Z, aunque intuya que buena, lo que se dice buena vida, no era precisamente lo que el finado le daba. Pero ahí permaneció España, como la Puerta de Alcalá, viendo pasar el tiempo. Fue un columnista extraordinario, que escribía mejor de lo que vivía, según mi opinión. Luego se han muerto más de 60 personas incineradas en el Peloponeso, quién dijera que estamos en el siglo veintiuno, y se fue también Emma Penella, la actriz que compuso uno de los personajes más retorcidos, perversos y reales donde no había quien viviera, entre otros papeles, secundaria la pobre hasta en su telón, y lleva muy mal camino, ojalá me equivoque, Antonio Puerta, buen futbolero de quien vivimos en directo por televisión la angustia de un fallo de sistema, crisis de software, crónica de un órdago retrasmitido que se siguió jugando mientras el negocio del fútbol continuaba su partido para bingo. Todos a la vez, empeñados en que comprendamos de golpe que vida y muerte no son otra cosa que las dos caras de la misma moneda, inseparables del préstamo a corto plazo que es nuestra existencia, por mucho que nos empeñemos en trascender de tan breve como insoslayable crédito.
Así que, dicho lo cual, me voy de paseo un rato.

9 comentarios:

Ácrata Pérez dijo...

Joder, qué pena que se muera la gente. A mí la prosa de Umbral me recuerda a la de Reig, ¿a ti?

Antonio Piera dijo...

Pues la verdad es que no, aunque debo confesar que a Umbral hacía ya tiempo que no le leía. Es lo que te pasa cuando conoces a la gente, que te los crees lo justo. Con Reig no me pasa, el título de esta entrada es un remedo del título de su novela "Sangre a borbotones".

Anónimo dijo...

Va a ser que el escaño vacante en El Mundo lo ocupe Rafael, ¿no? En esto sí que se parecen; aunque las columnas de Reig sean mejores que las de Umbral. ¿El umbral está en el cielo? ¿Cómo será el umbral del cielo? ¿Y el del infierno?

Anónimo dijo...

La muerte de un personaje célebre sólo afecta en realidad a la gente que le rodeaba: claro qué duele que alguien a quien admiras se te muera, pero si no lo conocías en persona se queda en eso. La cabronada que se practica en este país es otra cosa: si no quieren rememorar ningún aniversario de muerte me parece bien; ahora, me parece una putada que se recuerde el de Elvis Presley desde hace 30 años o así y no el de Lorca. Si ninguno, ninguno; pero si algunos, al César lo que es suyo, ¿no?

Anónimo dijo...

Ya que lo menciona D. Antonio, es curiosa la discordancia entre lo escrito y la persona que lo perpetra. El Sr. Umbral, que lo conocí de casualidad en un sarao al que me invitó un amigo de la CAM, me pareció un tipo esperpéntico y esaborio, chulangano y desganao con pedantería, y un golfete que perdía los ojos en todos los escotes que encontraba; no cabe duda, y lo reconozco, que escribía de PM, como si se estuviera encalomando todos los días a la musa de los columnistas, pero me chocó mucho la imagen de cercania y campechanía que tenía de el con la que me atropellé cuando lo conocí.

En cuanto a Emma penella, todavía recuerdo con una sonrisa, como se bebía a sorbitos pequeños sus adorados gintonics... Tristeza abstemia me deja mi querida esposa del verdugo.

Browner...Seguro? dijo...

Pues si una pena, todos los dias muere mucha gente anonima, unos en las carreteras, y otros en su cama, las hay muchas a la semana victima de ese "animal" que dice que las quiere tanto que por eso la mata, desgraciadamente tambien ha muerto el pobre chaval Antonio Puerta, asi es la vida.

Umbral?... a mi nunca me gusto, ni como persona (me parecio prepotente y grosero), ni como columnista donde tambien solia vomitar groseria e insultos, pero en el momento de la muerte como todos somos buenos, pues le desearemos lo mejor para su descanso enterno.

Anónimo dijo...

Ya sabemos que uno es umbral? Y la moza, el mozo y la nena?

Antonio Piera dijo...

Anónimo, no lo creo. Que las columnas de don Rafael sean mejores, mi opinión es que sí. Pero sospecho que los derroteros profesionales de Reig en prensa van por otros derroteros.
Estoy de acuerdo, don Gustavo. ¿Para cuándo abandonas el myspace y te metes a bloguear como los blancos?
Némesis, te robo la autoría de la frase "como si se estuviera encalomando todos los días a la musa de los columnistas", que me parece tremendamente exacta. Yo también traté a Tierno y creo que abundaba en la dicotomía que señalamos.
No digo que fuera bueno, browner. Además, la tenía pequeña. Lo que digo es que me parecía un columnista extraordinario, pese a no comulgar con él en bastantes ocasiones hasta dejar de leerle.
Ni idea, Lerda, pero en la chica no me parece reconocer a su santa.

RGAlmazán dijo...

Umbral ha sido un periodista que bordaba las columnas. Como persona es otra historia. Era ególatra, machista, además de jugar a ser un personaje.
De cualquier forma si lo juzgamos como periodista, chapeau y como novelista, menos, aunque Mortal y Rosa es una novela magnífica.

Salud y República